viernes, 24 de junio de 2011

CRÓNICA DE LA ACTIVIDAD-por Irene

El día 22 de marzo de 2011 los alumnos de 1º ESO A del instituto IES Monte das Moas visitaron la Torre de Hércules, fue una actividad muy entretenida y también agotadora ya que tuvieron que subir los 234 peldaños que tiene la Torre para así contemplar las fantásticas vistas que se pueden ver desde allí arriba. Al parecer tuvieron unos monitores muy simpáticos y algo novatos en el asunto, ya que los alumnos aseguran que al explicar metían la pata en bastantes ocasiones o decían cosas sin sentido.También estuvieron en la Plaza de los Vientos. Sobre las 12’20h volvieron al instituto.

CRÓNICA DE LA EXCURSIÓN-por Irene

El día 12 de abril de 2011 los alumnos de 1ºESO del instituto IES Monte Das Moas fuimos de excursión turística por muchos lugares interesantes: El castro de Baroña, el dolmen de Axeitos, las dunas de Corrubedo…
Salimos de aquí sobre las 9:00 de la mañana, llegamos sobre las 11:00h a Porto do Son, allí fuimos a un pequeño museo y, depués, al castro de Baroña, donde nos contaron cosas muy interesantes. ¡Era precioso! Después cogimos el bus y fuimos hasta el dolmen de Axeitos. Cuando acabamos, cogimos otra vez el bus y buscamos un sitio donde comer en las cercanías de la playa de Corrubedo. Al terminar de comer y descansar un rato (más o menos sobre las 16:00h) fuimos a ver un documental al Centro de Interpretación de las dunas de Corrubedo, y fuimos andando hasta la playa donde nos dejaron mojar los pies. Finalmente volvimos al bus y de vuelta para casa (llegamos sobre las 19:00h). Fue una excursión muy divertida y didáctica.

jueves, 23 de junio de 2011

UNA SINESTESIA : El beso azul de las sardinas transparentes. RAÚL RODRIGUEZ CRESPO


Érase una vez, un hombre que se había dedicado toda la vida a la pesca. Era una época de decadencia pesquera, pero el marinero decidió salir a faenar. Se dijo a sí mismo:
-       ¡ No regresaré hasta que pesque alguna sardina !
En el mar, el tiempo era muy agradable, pero después de adentrarse un poco, el tiempo cambió. El cielo estaba nublado y había empezado a lloviznar, pero el marinero empezó a pescar. Sacó su caña, puso el anzuelo, el plomo y el cebo, a continuación tiró su caña al mar. También había tirado unas cuantas redes con cebos para ver si cogía con ellas alguna sardina. Estuvo dos horas lloviendo y después  se calmó. Cuando empezó a hacer sol, el marinero recogió las redes. No había picado nada y en la caña del pescador tampoco había picado ninguna sardina. Pero este no se cansó tan fácilmente y volvió a tirar las redes y el sedal al mar. Estuvo esperando otras dos horas, esta vez con un tiempo más agradable que antes. Cuando terminaron las dos horas de espera, el marinero sacó las redes. En estas no había nada, pero cuando iba a sacar la caña, picó algo. El marinero pensó que era algo grande porque tiraba mucho de la caña. No podía con el pez, era demasiado pesado. Cansado de aguantar con la caña, el marinero dejó marchar al animal. Estaba tan cansado que se fue a dormir a su camarote. Estuvo en montón de tiempo durmiendo: pescaba un montón de sardinas y se hacía rico vendiéndolas. Después de unas horas, se despertó. Habían picado, pero era como la vez anterior. Era un animal tan grande que el marinero no tenía fuerza suficiente para poder sacarlo del agua. Entonces, pensó que podrían ser un montón de sardinas agarradas una detrás de otra. Utilizó toda su fuerza para poder sacar a aquello del agua y al final lo consiguió. Era un animal gigante de color azul. Él estaba tan emocionado que pensó que eran un montón de sardinas descomunalmente amontonadas. Gritó:
-       ¡ Dadme un beso sardinas !
El animal se acercó a él y con la gigante boca que tenía engulló al marinero de un bocado. 
El marinero  estaba en su camarote. El barco se estaba hundiendo. Para él fue un beso azul de miles sardinas transparentes”.

miércoles, 15 de junio de 2011

PRESENTACIÓN (1º capítulo de la novela “No te fíes de los susurros”) por Elisa

Lea estaba rodeada de todos sus amigos, aquella tarde de verano, exactamente el 23 de Agosto, cuando les formuló una pregunta que llevaba días rondando por su cabeza.

-¿ Por qué las personas se gritan cuando están enfadados?

-Porque perdemos la calma -dijo uno-, por eso gritamos.

  • Pero ¿por qué gritar cuando la otra persona está a tu lado? ¿ No es posible hablarle en voz baja?

  • Cuando dos personas están enfadadas, sus corazones se alejan. Para cubrir esa distancia deben gritar, para poder escucharse. Mientras más enfadados estén , más fuertes tendrán que gritar para escucharse uno a otro a través de esa gran distancia.

Más tarde preguntó:

  • ¿ Qué sucede cuando dos personas se enamoran? Ellos no gritan sino que se hablan suavemente...¿ Por qué?
  • Porque sus corazones están muy cerca. La distancia entre ellos es muy pequeña.

Y así continuó:

    • Cuando se enamoran aún más, ¿ qué sucede? No hablan, sólo susurran y se acercan más en su amor. Finalmente no necesitan siquiera susurrar , sólo se miran y eso es todo...


Esa conversación se le quedó guardda para siempre y tiempo después descubrió que no todas las personas que te susurran es por amor, algunas , en concreto una, susurró para hacerle daño. Un daño que podría acabar con su vida.